México 2012: La lucha que sigue y
porqué matar al ego
Lo
que opina UN miembro de MORENA (en Argentina) sobre "militar y luchar
desde afuera".
Samuel Bedrich
Las elecciones mexicanas
se realizaron el 1 de julio y aunque el proceso está lejos de terminado, me
interesa reflexionar sobre la lucha que sigue para quienes vivimos fuera de
México y hemos decidido participar en algún tipo de movimiento.
En Buenos Aires, caso al que me refiero por
ser parte de mi historia reciente, hay un grupo de unos 100 mexicanos más o
menos interesados en participar en actividades políticas de izquierda, si bien
la cantidad de connacionales en la ciudad debe ser ampliamente mayor. Este grupo
era sin duda más pequeño antes del surgimiento del movimiento “Yo soy 132”, que
puso en escena a gran cantidad de estudiantes y ciudadanos poco interesados en participar en la oferta partidista actual. Debe resaltarse, no obstante, que de forma previa al
2012, existían movimientos como “no más sangre” o “hasta la madre”. Hacia abril
surgió también MORENA Argentina.
Es claro que todos estos grupos responden a
dinámicas que acontecen en México y son replicadas acá. De la misma forma que
sucede en el país de origen, también los participantes se desplazan entre los
grupos por diferentes razones personales y momentos políticos. La situación que
lo hace distinto, es que en Buenos Aires (y me atrevo a decir que en muchas
otras ciudades del mundo y del interior mexicano) somos pocos, mientras en el
Distrito Federal son decenas de miles. En Argentina nos conocemos (casi) todos.
El tema es que las elecciones ya pasaron y la
situación del país es muy compleja. El contexto ha cambiado: todo indica que el
poder gobernante hará hasta lo imposible por imponer a un candidato que es a
todas luces ilegítimo e ilegal. Pero eso no es nuevo: ya sucedió en 1988, en 2006
y antes en la historia. En ese sentido, no hay duda: el enemigo es la
imposición y la corrupción. Como respuesta a ello, “Yo soy 132” ha presentado
su postura; MORENA también. Ambos tienen intereses en común: el no reconocimiento
de las elecciones (con sus matices), la continuación de la lucha pacifica, la
exigencia por la apertura de medios y con ello, el propósito de informar y
difundir sus posturas al país.
El cuestionamiento que hago es hacia el
interior de nuestras organizaciones: ¿si nuestros movimientos han tratado de
convocar y ser inclusivos, porqué trabajan hoy separados? Pareciera que lejos
de aprender y evitar los errores de las izquierdas (divisionismo, fundamentalismo,
egocentrismo y otros –ismos), tendemos a repetirlos.
¿Qué hace distintos a MORENA y a “Yo soy 132”?
Morena surgió como una propuesta de aglutinamiento de esfuerzos de gente de
izquierda que no coincidía con el PRD pero sí con el proyecto de país
representado por AMLO –si bien hecho por una serie de académicos y científicos-.
MORENA es heterogéneo, poco orgánico y volátil, si bien se instala en la oferta
política. No obstante, si uno lee el proyecto de nación encontrará una
proposición que puede convencerle o no, pero que llama a una toma de posición. Seguramente no coincidas con todas las ideas,
pero sí con algunas.
¿Y “132”? Mas allá de lo anecdótico de su
surgimiento en la Universidad Iberoamericana, hoy es un grupo que ha crecido
para aglomerar a muy diversas corrientes: algunas “Extremas” (como es visto el
grupo Atenco por muchos), otras "Light" (como la presencia del
ITAM que difícilmente podría considerarse “anti-neoliberal”), otras muy "Inn"
(un buen número de “wanabes” que piensan que hacer política es participar en
una marcha y gritar “¡Peña Nieto: Chinga tu madre!”) y otras más constructivas
(un buen número de “sin partido”, pero críticos y tenaces). Forzosamente “Yo soy 132” tendrá
que decantar, pues es imposible construirse en la negativa sin definir una
propuesta identitaria clara (“no quiero el neoliberalismo, no soy partidista,
no quiero a Peña Nieto”, pero ¿qué “sí soy” y qué “sí quiero”?).
“Yo soy 132” es una reacción fuerte, legal,
justa, real y valiente. Es como el zapatismo en su momento (todos fuimos
Marcos) o los indignados (todos somos el 99%), pero no es inmutable: en algún
momento decidirá si es un partido, una ONG, una AC, si se suma a otros grupos o
si se desintegra. Aquellos del “132” que votaron por Vásquez Mota partirán a reformar
su partido; los que creen en candidaturas ciudadanas comenzarán a armar su
plataforma (y habrá que evitar caer en los 20 partidos que se presentan en Perú
cada elección, porque de nuevo habrá ganado el PRI si no hay segunda vuelta
electoral); los marxistas armarán la revolución del proletariado,
actualizándola al presente; y los anti-neoliberales, terminarán por
definir lo que para ellos significa ser anti-neoliberal. Pero eso les
corresponde a ellos.
Por lo pronto, sugiero que comencemos por
estar de "acuerdo en no estar de acuerdo" (dixit Café Tacuba) y construyamos una serie de puentes. Si hay algo
común entre nosotros es la necesidad de un estado con instituciones solidas:
que fiscalice y califique con honestidad las elecciones para evitar
imposiciones (mediáticas, económicas o políticas) como la que ahora sufre el
país; que combata la corrupción de la que somos víctimas (y frecuentemente
parte); que ofrezca posibilidades de desarrollo y educación para un mayor
numero de personas. Y para quienes vivimos fuera de México, que nuestro voto
sea posible sin trabas desmotivadoras. Hay muchos mexicanos que convencer y un
mundo al cual contarle lo que sucede… y la revolución no se Televisará, ni se "Facebookizará".
No sé si haya diferencias irreconciliables. Más
bien, creo que si las hay, se llaman egos. Y para nuestra mala suerte y por
culpa de ello, de pronto encontramos que nos preocupa más la bandera que
enarbolamos, que la causa por la que decidimos participar y así, repetimos los
errores de siempre. Le pasó a la Revolución mexicana, a la guerra civil
española y a muchos otros movimientos.
En mi percepción, para conseguir la
renovación de México y para iluminar la oscuridad, más que arder juntos,
deberíamos de esforzarnos por brillar en equipo. El país no está para
posiciones personales.
Buenos
Aires, 21 de julio de 2012
PS: Vino a mi mente una reflexión final. Soy de los que creen en la acción, con su debido aderezo ideológico y te quiero invitar a participar en todos los eventos que se convoquen (o a proponer alguno). No tener bandera, también es una bandera y aunque no necesariamente coincido, reconozco que es una posición. Desde ahí, también protesta: canta, haz un video, escribe, baila, grita... pero construye y difunde.
3 comments:
¡Absolutamente de acuerdo! Como bien dices, hay muchos mexicanos en Argentina y varios de ellos participativos pero también existe ese desconcierto de "tener que discernir" entre un grupo y otro. Al final la gente decide no unirse a ninguno y no porque no haya interés, sino porque resulta confuso que en un evento se diga quiénes son de Morena y quiénes son del Yosoy132 cuando en realidad, por lo menos en ésta lucha, todos somos simplemente MEXICANOS y repudiamos la imposición de EPN. ¿Qué pasa si yo no me siento parte de una u otra postura pero quiero participar? Esta división fractura la causa. En el grupo existente en Facebook de "Mexicanos en Argentina" hay congregados más de 150 personas y aunque se les hace la invitación a participar, alguno por allí dijo: "Yo no soy 132 porque no soy estudiante pero soy prole". ¿Parece de risa su postura? No, creo que solamente es un llamado a rectificar las vías de participación de la ciudadanía mexicana.
Ahora bien, se hizo un video en la Plaza del Congreso hace 2 fines de semana. Recuerdo que en esa ocasión subió el compañero Alejandro Olivares a hablar como "ciudadano y no como miembro ni de Morena ni de Yosoy132", según las palabras del presentador, dando una postura en nombre de "la otra campaña" que se inclina más a la "otra democracia" de la cual nos habla el EZLN. En el video al ser editado (y quien quiera puede verlo en you tube), le ponen el letrero de "Rebelde desinformado". Yo cuestiono ¿Por qué ponerle etiquetas a las personas que opinan diferente? Personalmente esa acción me desanimó por completo. ¿A caso la tarea de ambas agrupaciones no es la de INFORMAR? ¿Por qué poner en evidencia a un mexicano, a uno de los suyos? Si la persona que editó el video conoce a fondo el tema de "la otra democracia", entonces hubiera puesto en dicho video información al respecto para respaldar lo que decía el chico y no limitarse a "señalar" al compañero como ignorante.
Hay fuerza, hay solidaridad y hay ganas pero también hay divisiones y mientras exista esa disyuntiva, yo prefiero participar autónomamente. Saludos y ¡Viva la Lucha!
Mil gracias por tu comentario, qué bueno que podamos abrir el debate. Sólo una pequeña precisión, porque yo estuve ahí: Alejandro no quiso dar su nombre en ese momento y cuando le pregunté cómo quería aparecer en el video me dijo: "Rebelde desinformado". Es posible que yo haya escuchado mal, en cuyo caso pediría a Alejandro (y a quienes se hayan molestado) una disculpa, pero creo que no fue así. En todo caso, sigamos trabajando y encontremos los espacios de debate. Es importante! Un amistoso abrazo.
Muchas gracias por la aclaración. Yo no tenía conocimiento del seudónimo que él se adjudicó pero, para un video que recorre miles de pantallas en todo el mundo, se lee agresivo dicho seudónimo y puede mal interpretarse. Opinión nada más y que bueno que abriste el debate, sigamos trabajando como bien dices.
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